De nada valieron sus esfuerzos por apaciguar a los contendientes.
Infructuosa la campaña repartiendo volantes, enarbolando enormes telas
donde llamaba a la concordia entre las partes. Abogando contra la
violencia. Instando a la cordura. Lograr la paz era su objetivo.
En vano: una vez que sonó el silbato, los combatientes se lanzaron
unos sobre otros , irrefrenables, y comenzó la guerra. Pasó a la
historia como aquel que, la noche anterior al gran combate, sembró un
olivo en medio del campo de fútbol.
Hola Satur, estamos aquí celebrando¡¡¡Los hijos de la Roja¡¡¡¡Marcó Iniesta, un manchego descendiente de Don Quijote, que también pronosticó hace 5 siglos igual que el pulpo Paul que ganaríamos el Mundial......Ayer nos pintamos al Pulpo en el pecho con lápiz de ceja y creyón de labios rojo cubano... GRACIAS POR HABER ANIMADO, HABEÍS SIDO DE UNA GRAN AYUDA PARA SEMBRAR BIEN EL OLIVO EN MEDIO DEL CAMPO DEL MUNDIAL CON ORGULLO Y DISPOSICIÓN COMBATIVA¡¡¡¡
ResponderEliminarSomos Ris y Davi
¡Qué buen micro! Todo lo que he leído, aquí o allá (sobre todo en la antigua Máquina de coser palabras) me ha gustado mucho.
ResponderEliminar