06 septiembre 2011

La buena educación de Nanim Rekacz

NAÚFRAGO
Yo había aprendido todos los idiomas, menos el del silencio. Por eso, en aquella isla desierta, no pude comunicarme conmigo.

BUENA EDUCACIÓN
Mamá decía: —¡Te vas a caer! —y me caía.
Papá gritaba: —¡Te vas a lastimar! —y yo me lastimaba.
Era un hijo muy obediente y no quería defraudar a mis padres.

IDEAL
Ella simulaba quererlo; él, pensaba en otra. Eran muy felices.

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