La literatura brevísima es un animal elástico y anfibio que cambia de
hábitat a la menor provocación: de ahí su capacidad de rozar otros
géneros (cuento, poesía, ensayo, aforismo) de manera inverosímil (como
la salamandra y sus metamorfosis) y construir una sinfonía en corto que
no deja de sonar y asombrar a cada lectura.
Siguiendo esta descripción, y bajo la premisa de Baltasar Gracián,
«lo bueno, si breve…», Rogelio Guedea antologa a escritores mexicanos de
comienzos del siglo xx hasta las voces actuales que ejercitan el género
con plena conciencia. El censo de autores abarca desde los canónicos
nombres de Dufoo, Reyes, Arreola, Tario, Monterroso, o contemporáneos
como Alberto Chimal, Cecilia Eudave, Édgar Omar Avilés, entre otros. Su
método para decantar esa enorme producción de brevedades es la selección
minuciosa de una decena de textos por autor.
Autores seleccionados: Genaro Estrada, Mariano Silva y Aceves, Carlos
Díaz Dufoo, Alfonso Reyes, Julio Torri, Max Aub, Nelly Campobello,
Francisco Tario, Juan José Arreola, Augusto Monterroso, Otto-Raúl
González, Salvador Elizondo, René Avilés Fabila, Felipe Garrido,
Guillermo Samperio, Óscar de la Borbolla, Mónica Lavín, Marcial
Fernández, Jaime Muñoz Vargas, Cecilia Eudave, Alberto Chimal, Rogelio
Guedea, Édgar Omar Avilés y Hugo López Araiza Bravo.
http://www.arlequin.mx/web/catalogo/microrrelato/el-canto-de-la-salamandra
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