La buena educación de Nanim Rekacz

NAÚFRAGO
Yo había aprendido todos los idiomas, menos el del silencio. Por eso, en aquella isla desierta, no pude comunicarme conmigo.

BUENA EDUCACIÓN
Mamá decía: —¡Te vas a caer! —y me caía.
Papá gritaba: —¡Te vas a lastimar! —y yo me lastimaba.
Era un hijo muy obediente y no quería defraudar a mis padres.

IDEAL
Ella simulaba quererlo; él, pensaba en otra. Eran muy felices.

2 comentarios:

Nanim Rekacz | 6 de septiembre de 2011, 13:49
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nanim Rekacz | 6 de septiembre de 2011, 16:10

Muchas gracias, un gusto estar aquí, en Ficción Mínima...

Publicar un comentario