MICROS DE ORLANDO ROMANO - A Violeta Rojo



FRUSTRACIÓN

–¿Cómo puedes decir eso, Elena? Llevamos cuarenta años de matrimonio. Nuestros hijos son personas maravillosas. Nuestros nietos nos adoran. Nosotros somos saludables, no tenemos problemas económicos y nos amamos. ¿Qué te hace pensar que fracasamos?
–Hombre, ¿es que no te has dado cuenta? Cada domingo, cuando venimos a desayunar a este café, siempre hay alguna joven pareja que nos mira con pena.


¿CODICIOSA YO?


“Dijo que de mí le gustaban mis sentimientos, mi formación cultural, mi cuerpo, mi forma de hacer el amor, mi actitud ante la vida… Pero nada más que eso. Estoy desconcertada”.


¿DÓNDE ESTÁN LOS HOMBRES?

“Es alegre, es compañero, es cariñoso, cree en el amor para toda la vida, rechaza la infidelidad en todos los sentidos, es muy responsable con sus obligaciones, no fuma ni bebe en exceso, acepta a las personas tal y como son, nada de lo que yo diga o haga le molesta, cree en el matrimonio y desea tener muchos hijos… La verdad es que estoy harta de cruzarme con estos tipos que tienen la mente trastornada”.


¿SERÁS TÚ?

Luego de todas las cosas bonitas que acabas de decirme, no sé si eres el hombre de mi vida o eres un escritor.


LAS ENSEÑANZAS DE LA ABUELA

Ámalo despacio y vístete rápido. No querrás enamorarte de ese idiota.

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