Cuentos pendientes de Eduardo Gotthelf
Eduardo Gotthelf, escritor e ingeniero argentino. Ha publicado: El sueño robado y otros sueños (1995), Cuentos pendientes (2007), Principio de Incertidumbres (2009) y Paraísos paralelos (2012). Sus textos, irónicos y de un humor refinado, plantean nuevas miradas a lo comúnmente aceptado. VRCUENTOS PENDIENTES 3
Tzipora, excelente
cocinera, sabía hacer una masa más liviana que el aire. La cortaba en tiras muy
delgadas, que se elevaban en el calor del desierto. Cerca del sol se cocinaban;
y al atardecer descendían, crocantes y listas para comer. Así alimentó a Moisés
y los suyos durante cuarenta años.
Los incrédulos lo
atribuyeron a un milagro.
CUESTIÓN DE FE
Había sol en la calle ese domingo.
–Nunca vienes a misa, hijo. Y me dicen que te consideras
ateo.
–No se preocupe, padre, voy a creer en Él cuando uno de los
dos lo necesite.
OBRA FRESCA
Habían hecho el amor
por primera vez. Contento, bajo la ducha caliente, notó que el agua se teñía de
marrón. Arcilla en suspensión, pensó.
Cuando Eva,
preocupada, fue a buscarlo, su primer hombre se había disuelto.
REFRÁN
La joven bajó la
vista. El rostro de él se encendía ante esa carne firme. –¿Es que en esta casa
no hay un maldito cuchillo que corte?– bramó el herrero.
EL SAPO ENCANTADO
Esa noche, poco antes del beso que pondría fin a su
condición, el Sapo vislumbró, en los ojos de la Princesa, su propio destino. Se
vio joven y apuesto, luego príncipe consorte, más tarde rey y, finalmente,
después de victoriosas campañas militares, emperador.
Parpadeó dos veces, como suelen hacer los sapos. Luego
saltó al agua y desapareció arroyo abajo.
VIDAS
Los faros se acercaban. Cansado de sus correrías nocturnas,
no se movió. Total, pensó, todo el mundo sabe que tenemos siete vidas.
Con el último maullido comprobó que lo que todo el mundo
sabe, no siempre es verdad.
DESILUSIÓN
Caminó países, llanos y mesetas. Cruzó, mares, montañas
y fronteras. Atravesó ciudades, culturas y riesgos.
Cuando llegó al final del arco iris, sólo encontró una
vasija con monedas de oro.
EL TRUCO
El faquir sale a escena, saluda, finge coraje y se acuesta
en una cama de clavos.
El acto no dejará huellas en su piel, porque el peso está
repartido entre miles de puntas. Si fueran pocas, filosas y bien colocadas,
dejarían marcas indelebles.
Los clavos son así. Como las palabras.
CONSTANCIA
Cuando me lo contaron, hace veinte años, llevé todas sus
cartas de amor al fondo de casa y les prendí fuego; no quise guardar recuerdos.
Todavía arden.
TORMENTAS
Comenzó con una nevada de bebés con pañales blancos, que
caían blandamente sobre los tejados. Los truenos anunciaron una molesta garúa
de adolescentes, que pronto se transformó en una torrencial lluvia de adultos.
Caían en grandes gotas, y se juntaban en charcos en las esquinas. Finalmente,
en medio del creciente vendaval, cayó una granizada de ancianos. Rompían
vidrieras y golpeaban los techos de los autos con sus bastones.
Los diques no soportaron la presión. Un aluvión de gente
barrió el pueblo.
EQUIVALENCIA
Desconsolado por la temprana muerte
de su esposa, a los seis meses de casados, recorrió el mundo en busca de
mujeres de similar aspecto, edad, educación y carácter. Eligió a la más
parecida, la enamoró y se casó con ella.
Seis meses más tarde, la nueva
esposa también se suicidó.
ATADURAS
El héroe entró al laberinto con el hilo atado a la cintura.
Poco a poco el ovillo, en manos de Ariadna, se fue achicando, hasta que se
agotó. El hilo se puso tenso. Si lo soltaba, perdería a Teseo para siempre. Sin
vacilar, lo siguió.
Recién cuando estuvo en la parte más oscura, el hilo se
detuvo. Oyó los ecos de una lucha lejana. Luego notó que el hilo aflojaba: él
estaba regresando. Ovilló rápidamente, hasta que pudieron abrazarse en la
oscuridad.
Atados y perdidos en el interior del laberinto, no tienen
más remedio que seguir juntos, hasta que la muerte los separe.
MENTIRA HISTÓRICA
En batalla singular, un ejército gigantesco fue vencido por
el valor de un solo iluminado. Su resentido biógrafo, mutilado de guerra él
mismo, en lugar de mencionar gigantes, consignó molinos.
LÁGRIMAS DE MUJER
Mi mujer,
a mi lado, llora. No puedo consolar sus lágrimas de viuda
1 comentarios:
Maravillosos micros. Felicitaciones.
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