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Mínima expresión. Una muestra de la minificción venezolana. Libro electrónico

http://www.bib.usb.ve/Minima_expresion.pdf
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Nuevos libros de 3×4 microficções. Literatura em poucas palavras

http://www.editoramultifoco.com.br/tresporquatro/
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Taller de escritura creativa. Clara Obligado

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Intervalos: el lado oculto de la mirada. Blog de Manuel Rebollar

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Hombre que llora. Carlos Almira Picazo

Un desconocido llora solo en el compartimiento de un tren. Cuando está a punto de desvelarse la causa de su aflicción, de pronto el tren se detiene en medio de un páramo. Caras de asombro pegadas en las ventanillas; el estupor, el vaho y los murmullos recorren los vagones, entre corrientes inmisericordes. De pronto alguien recuerda al hombre que llora. Cunde la sospecha, la alarma, de que tenga algo que ver con la brusca detención del convoy. Se elige inmediatamente un comité, en representación de los viajeros (a quienes esperan novias, madres y trabajos) para que aporree la puerta del compartimiento del hombre que llora. Al poco, resuenan los pasos, las voces educadas pero firmes, que exigen explicaciones. Un silencio mortal del otro lado. Algunos, pero no están seguros, creen distinguir el llanto aunque muy tenue, tras la puerta atrancada. Se decide por unanimidad echarla abajo, quebrar el cristal, y obligar al hombre que llora a deponer su pena inconsolable.

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La Microbiblioteca

La Biblioteca Esteve Paluzie es la biblioteca municipal de la ciudad de Barberá del Vallés y forma parte de la Red de Bibliotecas Municipales de la Diputación de Barcelona.

La Biblioteca Esteve Paluzie se convierte desde septiembre de 2011 en la primera biblioteca especializada en el género del microrrelato y crea y mantiene un fondo especial dedicado a este género literario con los objetivos de fomentar la lectura, difundirlo  y ser referencia para los aficionados y las aficionadas al relato breve.

Estamos abiertos a publicitar cualquier evento (publicaciones, concursos, jornadas...) entorno el mundo del microrrelato y a cualquier colaboración individual (autores, críticos...) como colectiva.

Nuestra razón de ser intentar crear un fondo lo mas amplio posible y reseñar autores con obra publicada.

También convocamos un concurso y toda una serie de actividades para dinamizar el género, talleres de creación de microrrelatos, lecturas públicas, presentaciones de libros, etc.

A su disposición.
A. Guri Comallonga
Tècnic esp. biblioteconomia
Biblioteca Esteve Paluzie
Barberà del Vallès (Barcelona)

www.lamicrobiblioteca.com
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TcuentoQ

T Cuento Q es un concurso de minicuentos por sms que comenzó hace 5 años. El jurado siempre ha estado conformado por reconocidos escritores.
En el total acumulado, han recibido 127.000 sms -en los 4 concursos anteriores, el 5to está en marcha (ver bases en www.antel.com.uy)- lo que es mucho si pensamos en la población total de Uruguay, que son 3.5 millones.

En las 2 ediciones primeras hubo furor, en cada una se superó los 40.000 sms. Luego en la 3era tuvimos 26.000 y en la cuarta 19.000, pero ya todo más decantado, con más reflexión, etc. Va camino a convertirse en un "clásico", en un país donde anteriormente no se conocía la minificción (aún casi no se conoce con ese nombre), pese a que muchos escritores (como Galeano) la practican.

Se trata de un concurso convocado por la Biblioteca Nacional y Antel (empresa de telefonía estatal), y difundido por Radio Uruguay (Sodre, la radio estatal). Lo organizamos desde un programa de radio, los 3 primeros desde Sopa de Letras y los dos últimos desde La Máquina de Pensar (los dos programas de radio Uruguay). 

Los premios incluyen notebooks, tablets, celulares y también publican todos los años un minilibro con los 100 mejores minicuentos (el minilibro tiene el tamaño de un celular).

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OBB de septiembre. Microficciones en el BAR SUR

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Partidas de Cynthia Eisenberg

De como abandona un hombre bueno.

Con cuidado le armó el equipaje. Un abrigo para las noches frías. Un par de mapas. Algunos nombres.

Evaluó los músculos firmes, la vio asomarse al vacío con la frente en alto. Entendió que ya era tiempo.

Después apagó las luces de su nombre.








Último vuelo

Di vuelta la llave de la puerta como cualquier otra noche, una vuelta, otra vuelta. Me saqué los zapatos, la casa dormía. Arrojé el bolso como un envoltorio seco y me tire en la cama. Inmóvil, seca, muda. Ni siquiera llorando. Insomne.

La cáscara estaba ahí, pero nada más.

En Liniers, se había quedado el alma. En la casona de techos altos y paredes descascaradas, en la noche con techo de glicinas, en la lluvia que esta vez no conjuramos.
Anda solita ahora, mi alma. Me anda buscando.

Susurra mi nombre, apenas.




Estirpe

Cuando ya no hubo ni hambre ni dictadura empezaron a escaparse del amor. Eran eternamente prófugos.




Epílogo

Para que no lo encontrara, para volverse invisible, el se arrancaba la piel.

Ella juntó los pedazos y cansada de extrañarlo decidió volverse él.

Se cruzaron un día por las calles del centro. Por un momento, él creyó reconocerse entre la gente.

Intentó llamarse, se esforzó en recordar el nombre.

Pero entonces sonó el celular y apuró el paso por Corrientes.

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La mano invisible de Julio Estefan

ANOMALÍA

Ella clavó sus colmillos en mi cuello. Acto seguido atravesó mi pecho con una estaca.
Algo no funciona bien en esta historia. La única que no se refleja en el espejo es ella, pero quien muere estaqueado soy yo.

LA MANO INVISIBLE

a Rogelio Ramos Signes
Cierta noche, después de una cena informal, decidí demostrar la existencia de una mano invisible que presiona las cosas (cualquiera puede repetir esta experiencia): Tomé una lata vacía de gaseosa y le agregué unas gotas de agua. Aferrándola con unas pinzas, la acerqué a la hornalla de la cocina y esperé que empezara a salir el vapor. La di vueltas y la sumergí, tapando su abertura, en un recipiente con agua y ¡crunch! la lata fue aplastada en el acto. ¡La mano invisible había actuado! Es impagable ver la cara de sorpresa de los presentes, a menos que se trate de físicos o ingenieros: ellos siempre encuentran una explicación razonable para estos fenómenos.

PROGRESO

a Orlando Romano
En la tribu de los M’jú, el brujo era también el encargado de las cuentas. Su sistema de numeración era quinario: se basaba en los cinco dedos de la mano; merced a lo cual, pronto la tribu de los M’jú comenzó a destacarse del resto.
A medida que las colecciones de objetos de la tribu aumentaban sus elementos, el brujo comenzó a utilizar ambas manos y luego ambos pies.  El progreso fue tal que a continuación se necesitaron más y más dedos.
Comenzaron así las mutilaciones, con lo cual el progreso se detuvo y la tribu de los M’jú terminó por desaparecer dejando estancado por siglos el desarrollo de la matemática.

EL ARROZ Y LA ZORRA

Hace varios días que una zorra merodea en mi jardín. Observé que tiene un cachorrito y que busca comida. He decidido alimentarlos dándole arroz a la zorra. Como no soy un abad, esta situación será olvidada ya que no cuenta con la mnemotecnia de un palíndromo.

EL INFRACTOR

Decidió no respetar los semáforos en rojo. Cada vez que se detenía en alguno, le sacaba la lengua.

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El cuento digital

Alfonso Pedraza informa: A todos mis amigos y contactos, les anuncio el nacimiento del Blog "Minificciones de "El cuento, revista de imaginación" donde se mostrarán los textos del concurso permenete que existió en la revista y los textos de Caja de sorpresas con autores consagrados. Espero que las perspectivas de esta nueva empresa se cumplan para difundir mucha (ojalá fuera posible toda) la enorme historia que existen en sus páginas.

http://minisdelcuento.wordpress.com/
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Triple C



¡Inauguración hoy!
Congregados bajo el emblema de una misma pasión, para revolucionar a lo grande, la comunidad del género más breve...
http://triple-c.ning.com/
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La buena educación de Nanim Rekacz

NAÚFRAGO
Yo había aprendido todos los idiomas, menos el del silencio. Por eso, en aquella isla desierta, no pude comunicarme conmigo.

BUENA EDUCACIÓN
Mamá decía: —¡Te vas a caer! —y me caía.
Papá gritaba: —¡Te vas a lastimar! —y yo me lastimaba.
Era un hijo muy obediente y no quería defraudar a mis padres.

IDEAL
Ella simulaba quererlo; él, pensaba en otra. Eran muy felices.
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Convocatoria al Encuentro Nacional de Minificción. México DF


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