Ficticianos en Ficción Mínima






César David García Espriella
Las letras lo mantienen libre en un mundo donde se dedica a la capacitación, la enseñanza y los reportes cotidianos.
Nace en Aguascalientes. Cuando su madre apenas contaba unas semanas de embarazo, su abuelo David predijo que nacería un niño varón. Aquél 30 de Enero de 1981, unas horas antes de nacer el que aquí se presenta, muere el abuelo y éste adopta su nombre. Lo demás es coincidencia: El hablar en público, su carácter inquieto, su gusto desmedido por la literatura, su rostro: ¿No será acaso que aquél nunca quiso morir?

A ti
Envuelto en la locura, no distingo si soy feliz por tenerte a mi alcance, o por comprobar que este amor duele más que unos ojos que no miran de frente, más que unos puños apretados hasta enterrarme las uñas, más que morder mis labios hasta comerlos.Ritual de sangre que celebro, porque de no hacerlo, tu ojos mirarían el amor de mis ojos, tendría mis manos libres para abrazarte, mi boca limpia para besar tu boca, y... siendo así… ¿Dónde quedaría el dolor que me hace escribir?.

Cámara de Gesell
El guardia permanecía junto al reportero, quien trataba de salvar su reputación y su vida.-¡Yo no lo hice! ¡Yo sólo cubría la noticia!- Y buscando lado a lado en la cámara de Gesell, fijó su mirada al frente y gritó -¡Él! ¡Mire! ¡Él es el asesino!Al tiempo en que señalaba al detective que se encontraba detrás de los espejos. El guardia consciente de esto preguntó
-¿El detective?
-¿Detective? -Respondió el reportero- ¿Cual detective?

Cacería
La bestia brama acelerando el paso impulsada por sus largos brazos. Bajo la lluvia, el hombre no puede detenerse, y el chacoteo de sus pisadas cimbra el vecindario.
El callejón termina, el hombre no corre más y la bestia enloquece.
Entonces busca huir trepando el muro que bloquea al paso. Pero el hombre, cuya risa ahoga los bramidos, de un tiro hace que las sienes de la bestia se confundan entre el lodo.


Luz
La noche es oscura, y fría, pero llegaremos pronto, lo sé. La tripulación duerme, mientras doy los últimos chequeos a la carga
- Estamos cerca- dice mi padre, siempre en vela. Soy afortunado de tenerlo.
Sabe lo ansioso que estoy por llegar, por ver esa luz y al faro, que para nosotros y en especial para mí, más que una simple guía es la flama de la sabiduría, la inspiración que me lleva a entender las ciencias sagradas.
-¿Qué pasa papá? –
-Es extraño- responde
-Ya la veremos-
Pero la esperanza muere. Alejandría está en tinieblas, en ruinas, y yo deshecho hasta el alma.

Sentimiento
-Doctor me encuentro mal-
-¿Que siente? –
-Es extraño. Duele pero a la vez conforta, adormece pero a la vez reanima. Mi corazón late con demasiada prisa y luego, muy lento. Es como si estuviera enfermo del ánimo. Una enfermedad que a veces me alimenta, y luego parece matarme. Mis ojos ganan brillo y luego de a poco humedecen, mis piernas corren y luego de a poco se paralizan. Y así, de a poco, voy perdiendo el sentido, me ahogo-
- Déjeme revisarlo –
El médico examinó detenidamente al joven, y de inmediato lo llevó a la sala de operaciones.
-¡Creo que he encontrado el problema! – Dijo una vez en cirugía y sus colegas lo confirmaron.
La paloma revoloteando en el miocardio provocaba la dolencia.

Laguna mental...
Terrible error: el cinturón va en la cintura… no en el cuello.

La invención del tiempo
Entre el hastío y el sopor de una rutina intrascendente y de una incesante angustia por perder lo más valioso, sus ojos huyen hacia un mundo idílico, hacia la paz que añoran, que no consiguen. ¡Tiempo! ¡Tiempo es todo lo que quieren!, ¿Cuántos como ellos desfallecen por no encontrar la forma de recuperarlo?
Y... ¿Cómo decirles que mi cuerpo yace muerto junto a donde yace el que aún no nace?

1919
-Sí he de morir aquí y ahora, mi última voluntad es que se me informe quién ganó la revolución-
Así permaneció largo rato, de pie y con las manos a la espalda. Tras la tela que cuidaba de sus ojos trató de imaginar cada sonido pero no podía comprenderlos. Cuando reinó el silencio volvió a gritar pero nadie respondió. Era imposible. Había quedado solo.

6 de Enero
Siente las cosas malas que dijo el año pasado, y más siente haber dudado de ellos, pero tanto como arrepentirse, no. Esta vez le trajeron todo lo que pidió, todo.
Y no será hasta ese momento de forzada pausa en su emocionante juego, cuando ella se preguntará qué ha pasado en casa, donde quedó la vieja sala, la mesa coja del comedor y el pequeño televisor.

2 comentarios:

Anónimo | 19 de septiembre de 2009, 9:29

Ocurrentes letras. Buena manufactura. Un placer leerte

Anónimo | 19 de septiembre de 2009, 19:34

Hola Dpoe!!

Me Da Muchisimo Gusto Enterarme De Esto!!

Y Una Alegria Enorme Al Saber Que Uno De Tus Sueños Se Realizo, Al Compartir Tus Escritos!!

Me Despido Deceandote Una Gran Vida y Una Excelente Satisfaccion!!

Cuidat Mucho!

Aseret!....

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