6 Breves. Delfín Beccar Varela y Alejandro Gelaz

Eterno Retorno


La piedra pesa sobre el hombro del tipo corriente que transcurre las mañanas cada día. Piensa en su futuro, antes ya, de la primera hora. Cavila en la vuelta a empezar con su roca densa adherida al cuero del omoplato. Suben y bajan las mareas y el espejismo del mito de Sísifo ilumina la mente del individuo autoperverso.

Y allí, entre lo falso está Truman Capote indagando a Perry Smith que se niega a contarle lo ocurrido el 15 de noviembre de 1959 en la casa de los Clutter. El autor entonces juzga el silencio del individuo que acarrea la culpa , “esto es lo absurdo”.

-Alejandro Gelaz

Comida China

Entré al Kuong Tong y vi al Jefe sentado a la cabecera de la mesa acompañado de su guardia pretoriana. Al verme levantó la mano y me señaló una silla. Tomé posición frente a él y en cuanto intenté hablar me calló con un seco: —Primero comida, luego negocios.

Apareció el mozo con un plato de arrolladitos primavera con salsa agridulce y una porción de Chop Suey de pollo. Ansioso por lo que podría pasar tragué como pude aquellas delicias asiáticas.

—Sabes cómo es el negocio, el que las hace las paga –me dijo con total frialdad–. Rumores dicen que te quedadaste pagos que no eran para ti. Ya está hecho, ya me lo cobré; que no vuelva a pasar. Ahora come, cuando termines te vas.

Preocupado llegué a casa, Hua-Fuzhou no estaba. En la cama había una nota: “No la vas a volver a ver nunca, igual quédate tranquilo que la vas a llevar adentro por siempre”.

-Delfín Beccar Varela

Rebervera el Ruedo

El sol de la tarde templa la arena, el clavel, el mantón, el tendido.

Sentada, observa la ceremonia en el ruedo. El cortejo comienza la dupla; los pases abanican, el lomo restrega y ensangrienta lo viril al maestro. Ella mimetiza el baile del animal en su cuerpo. El clavel vibra ahora entre los pechos y el mantón se desliza por sus muslos. La lozana comulga con el frote, la sangre y la espada que penetra e inunda el laberinto.

La muerte grande que ronda; y la pequeña, que aflora tensándole la cara y el bajo vientre.

-Alejandro Gelaz

Miradas

Tomé el retrato entre mis manos, me miré extrañado. Aquel joven parecía juzgarme con una mirada dura y severa. Acerqué el marco a mis ojos para estar seguro de que mis pupilas ya gastadas no me estaban mintiendo. Era cierto, luego de que me escupiera en la cara logré entenderlo.

-Delfín Beccar Varela

Éxtasis Terapéutico

Siente una rara nostalgia embebida en sus meollos. Registra la impresión de haber sido concebida con amor pero sin gozo. Como si lo materno hubiera esquivado lo crucial de la cópula, la borrachera de infinito que obsequia al embrión nuevo.Ella, tomó existencia inocente de haber iniciado el viaje a través de una jeringa. Huérfana de placer, allá en el inicio de sí misma. Repite aquí, en sus noches frígidas, la asepsia del banco de semen. Gime de dolor y no de embrujo.
Lamenta haber sido una exiliada del primer eco del deleite.

-Alejandro Gelaz

Multiplicidad del Ser



Se abren las puertas del vagón, subo. Busco un lugar entre la gente y me siento. El tedio del viaje me hunde en un profundo sopor y comienzo a soñar, sueño que estoy sentado en un tren frente a mi mismo mirándome dormir.
El traqueteo de las vías nos arrulla y mi yo onírico también se duerme, ahora los dos nos soñamos.
Un golpe violento sacude el tren… los dos abrimos los ojos.
-Delfin Beccar Varela

1 comentarios:

Claudia Sánchez | 12 de mayo de 2009, 6:46

Esto me recuerda por qué me gusta participar en ese espacio. Excelentes!
Saludos!

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