Veredicto y Texto ganador de Nerdades Ficticianas III - Abril-2010





VEREDICTO DE NERDADES III (ABRIL-2010)
NERDAD FICTICIANA III: ¿ERES DE AQUELLOS QUE COPIAN O TERGIVERSAN LOS TEXTOS?
Con beneplácito, y enorme agradecimiento para nuestro invitado de quien recibimos el veredicto de las Nerdadedes III correspondiente al mes de Abril. Las cuales enviamos con una previa disculpa por la escasa participación de los ficticianos que muestran cuan difícil es para el humano responsabilizarse de sus actos así sea el lúdico e intrascendente acto de escribir, criticar o analizar una minificción.
Gracias Raúl. (se las remitimos también por e-mail)

NERDAD 3

Hace muchos años, escuché a una escritora, muy famosa hoy, responder con las siguientes palabras una pregunta sobre un descuido que había cometido en una novela: “La literatura es como el amor: se hace y no se piensa en ello”. El ingenio de la analogía me distrajo del contenido de la frase, con lo que la famosa escritora logró su objetivo. ¿Por qué no habría de pensarse en ello? ¿No reflexiona sobre su trabajo todo el mundo, desde los sesudos científicos hasta (sobre todo) los futbolistas? Otra cosa es qué resulta de ello pero, en principio, el solo ejercicio de la reflexión es saludable. Por eso me parece muy buena esta propuesta de Ficticia. Pero la cita fue menos para descalificar la frase que para ejemplificar el plagio, esa nube negra que algunos de ustedes creen advertir en los recortes, las paráfrasis y las reescrituras. Porque ese texto, tan oportuno, no le pertenece a la famosa escritora sino a otro autor muy ingenioso y muy anterior a ella que lo improvisó para salir de un aprieto similar. Repetir como propio un texto ajeno, en un contexto análogo y con el mismo sentido es, sin duda, plagio. Copiar cuarenta páginas de una novela de otro autor y ponerlas en la propia para así ganar un concurso, sin incluir ninguna alusión a la obra original, algún repliegue de sentido, algo que signifique una extrapolación, una recreación del texto, es plagio, no importa que luego, descubierto el fraude, se diga que se trató de un “homenaje intertextual”. No es eso lo que defiendo en el artículo que ustedes leyeron.
Bach tomaba impunemente temas de otros autores para sus propias composiciones y, ante cualquier reparo, respondía que la culpa era del autor original que no supo aprovechar una idea tan buena. Claro que Bach desarrollaba esos temas ajenos de modo incomparable. Es decir, se los apropiaba estéticamente, los hacía incuestionablemente suyos. Estoy seguro que ni ustedes ni yo cambiaríamos esas obras de Bach por las de los que concibieron sus temas. Otro ejemplo: Borges tomó la idea central del notable cuento “My watch” de Mark Twain y escribió una frase que es un microrrelato magnífico. Ahora bien, el primero procede por acumulación y el segundo por despojamiento: procuran alcanzar la emoción estética por caminos opuestos. Y lo logran. Yo me niego a privarme tanto del cuento de Twain como del microrrelato de Borges.
De los participantes en Nerdad3, Gremlin es quien mejor lo entendió y esta convocatoria ha sido provechosa para mí si, como sospecho, he logrado corromperlo/a, al menos a ojos de los fundamentalistas de “la propiedad privada” en literatura. Que no se preocupe Gremlin: lo que hace no es plagio. Los escritores no escribimos estrictamente lo que creemos que escribimos: escribimos lo que los lectores leen. El recorte periodístico (asumo que la atribución es verdadera) que él titula “Las enseñanzas de Cristo”, en el contexto del periódico podría recibir del lector respuestas como “¡qué barbaridad!” o “¿de qué se asombran?” (según que el lector sea clerical o no). Transformado en ficción, ninguna de esas respuestas es posible. El título, que atribuye el hecho a las enseñanzas de Cristo, cambia totalmente el sentido que el recorte tenía en su primitivo contexto. Gremlin ha creado un objeto estético y semántico diferente. Digo bien: HA CREADO.
En cuanto a las recreaciones irónicas que Gremlin hace de los textos de Wilde y de Conan Doyle, me parecen bien. Pero el procedimiento no está en discusión, ha sido utilizado desde principios del siglo XX, cuando Julio Torri escribió “A Circe” que es, para muchos, el microrrelato fundacional. Conviene recordar, sin embargo, que ironía es “leer otra cosa”, rechazar el sentido literal para adoptar otro sentido que el mismo texto oscuramente sugiere; es decir, algo similar a lo que sucede con los textos resignificados por el recorte y el título.
Noto que Gremlin se divirtió escribiendo “Patologías fantasmales” (como yo me divertí leyéndolo) e inventándole una procedencia apócrifa. Sólo faltaría ponerle un autor al libro y un ámbito de pertenencia; por ejemplo, alguna biblioteca esotérica remota en el tiempo y en la geografía.
Respecto del material de los otros participantes, comparto las apreciaciones de Gral. Macario Piedra sobre la originalidad y las de Sapo sobre la búsqueda de formato para los productos de la propia imaginación, pero Gremlin es quien afinó mejor su puntería y desplegó con mayor precisión su pensamiento crítico. El ganador de Nerdad3 es Gremlin.
Abrazo fuerte para todos los ficticianos,
Raúl Brasca

Nerdad III: Soy y no soy uno de los que copian o tergiversan textos –gremlin.
Debo reconocer que jamás habría hecho algo como lo que sigue, de no ser por las nerdades ficticianas:

Las enseñanzas de Cristo
El famoso señor obispo sorprende a las autoridades federales cuando, crucifijo en pecho, llega a sus oficinas a ofrecerles contratos para compra de armas a industrias extranjeras.

Carlos Loret de Mola
Historias de reportero
El Universal, 27 de abril de 2010

Lo anterior me demuestra que hasta de una columna de opinión se puede obtener una microficción (de lector). En lo personal, aunque lo haya seleccionado, le haya puesto un título y cite al autor y la fuente, me sigue pareciendo un plagio. Quizá sea una forma válida de hacer minificciones, pero no me acaba de convencer. Tal vez por eso me ha costado tanto localizar algo después de leer todo el mes buscando; sólo la inmediatez del término del plazo concedido para los trabajos me ha obligado a ello.
No mucho más cómodas me resultan las paráfrasis, la reescritura de textos anónimos y la recreación de textos ajenos. Por lo visto, me resisto a emplear este tipo de recursos. Al menos hasta ahora.
Pero (donde hay un pero es que ya torció la puerca el rabo) no me puedo declarar un gremlin minificcionista cándido e inocente. Uso con frecuencia la intertextualidad y por lo tanto, aunque no es exactamente lo que nos muestra el artículo, es verdad que echo mano de los textos de otros; por ejemplo:

Manipulación

—Me hiciste morir en vano —reclamó el ruiseñor.

—Y a mí me hiciste matarlo para crear una rosa que no sirvió para nada —completó el rosal.

—Y encima concluyes que el amor es una tontería y es más práctico estudiar metafísica.

—No es así. Si se fijan bien, quien hizo todo eso no fui yo, fue la hija del profesor, una ingrata como muchas mujeres. Pobre estudiante ¿no creen?

—Visto de esa manera… puede ser— concedió el ruiseñor—. Vamos a buscarla —propuso a su compañero.

En cuanto se dieron la vuelta, Wilde sonrió reflexionando acerca de la pureza e inocencia de sus personajes.

O bien:

Vagando por el páramo
Camina entre las nieblas de Dartmoor. Apura el paso. Aunque sigue las indicaciones de un famoso detective, no deja de tener miedo. ¿Y si es real el famoso perro? La oscuridad lo rodea. De repente, un grito rompe la niebla:

—¡Tu padre es un cabrón hijoeputa como ustedes! ¡Vengan acá, bola de inútiles!. ¿Quién se tragó lo que dejé aquí? ¡Y ni siquiera han limpiado, puta madre! ¿Qué esperan, hijos de la chingada? ¡Los estoy llamando, pendejos! —y la retahíla sigue.

Suspira, sale de su escondite y se dirige a enfrentar con sus hermanos la tormenta que se avecina, no sin antes marcar la página de “El sabueso de los Baskerville”.

Y creo que esto es lo más cercano que he estado de hacer una minificción de autor con atribuciones falsas:

Patologías fantasmales

—Oye, acabo de ver al Abundio, parece colador, ¿qué le pasó?

—Es que lo agarró la nevada afuera.

—¿Y eso qué? A mí también y no vengo todo cacarizo.

—Sí, pero a tí no te agujeran los copos porque estás vacunado; hay epidemia de siluetogénesis imperfecta*.

*Ver “Manual de Diagnóstico y Terapéutica Postmortem”, capítulo “Enfermedades Infecciosas de la Silueta Espectral”, páginas 357 a la 364 del tomo II.

Lo más divertido de escribir este cuento, fue precisamente inventarme la cita.
De manera que, según yo, no, no copio, pero ¡qué tal tergiverso! Eso sí que me sale. Como buen gremlin, claro.
gremlin

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