Desde Rosario, nuestro agradecimiento


Nos sentimos complacidas de dejar nuestras huellas en Ficción Mínima para manifestar nuestro más sincero agradecimiento a la generosa tarea de difusión que este valioso medio virtual concedió a las III Jornadas Nacionales de Minificción que tuvieron lugar en Rosario, los días 9 y 10 de octubre pasados. En primer lugar, queremos expresar nuestro reconocimiento a la tarea realizada por los responsables de este blog, que en el transcurso de estos meses (¡casi un año ya!) ha florecido y expandido sus ramas en el mundo de la cultura hispanoamericana, donde se percibía la necesidad de impulsar una tarea de difusión integral de la minificción (creación, teoría, crítica, publicaciones, eventos). Es grato comprobar que Ficción Mínima se ha ido perfilando en este tiempo como un vital punto de encuentro para toda la comunidad microficcionista.

La respuesta a las Jornadas excedió nuestras expectativas y, aunque se desarrollaron a un ritmo muy vertiginoso, fue posible disfrutar de todas las actividades programadas, en cuyo transcurso se produjeron fructíferos intercambios. Además de la exposición de comunicaciones, ponencias plenarias y mesas de lectura de minificción en las voces de sus autores -actividades habituales en estos encuentros-, el evento se enriqueció con una serie de interesantísimas presentaciones que le confirieron una identidad particular que los asistentes celebraron. Aprovechamos este espacio para agradecer especialmente la contribución de una de las responsables de este blog, Sandra Bianchi, quien tuvo la brillante iniciativa de acercar a los presentes la palabra y la imagen de nuestra admirada Luisa Valenzuela a través de una entrevista filmada: Los juegos peligrosos. Una conversación con Luisa Valenzuela sobre microficción, lenguaje y creación. Destacamos el valor de ese documental, en el que Sandra supo registrar con sensibilidad y lucidez el entorno donde la autora trama su escritura: conocimos la intimidad cotidiana de Luisa, rodeada de sus libros, sus mascotas, los recuerdos atesorados de tantos viajes por el mundo, todo lo cual se conjugó para componer un perfil intelectual y humano de profunda riqueza. Así también Sandra, autora de minificciones ella misma, logró encaminar inteligentemente la conversación hacia el terreno del género que nos convocaba, dándole ocasión a Luisa para regalarnos interesantes revelaciones sobre su proceso creativo, que seguramente habrán sabido capitalizar los escritores y estudiosos presentes.

No queremos despedirnos sin reiterar nuestro agradecimiento a todos los que nos acompañaron durante los dos intensos y memorables días de encuentro, aportando su calidez amical, su creatividad y su idoneidad intelectual. A ellos debemos el éxito de las jornadas rosarinas de minificción.

A Ficción Mínima, nuestros augurios de éxito y muy larga vida.

Graciela Tomassini − Stella Maris Colombo


* La imagen es una vista aérea del Monumento a la Bandera Argentina, la ciudad y la costanera de la ciudad de Rosario.

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