Calabacines en el Atico. Antología de minificciones de terror por Santiago Eximeno
José Manuel Fernández Aguilera
La princesa sonrió complacida al
comprobar que la rana cabía, al completo, dentro de la boca de su hada madrina.
La hechicera lloró aún con más fuerza e intentó, por última vez, librarse de
sus cadenas, pero carecía de poder alguno sin su varita mágica.
Atrapada
en una jaula de dientes, la rana movía con desesperación sus muñones y suplicaba
clemencia con la mirada. De sus labios verdosos, aunque muy humanos, surgieron
tres palabras:
—No lo
hagas.
El corazón de la chica latía como
nunca antes. La emoción y el anhelo ardían en su barriga. Se inclinó con
parsimonia y dio un beso dulce a la cabeza del anfibio. Luego saltó hacia
atrás; no quería mancharse el vestido.
MADRE AUSENTE
Fernando López
Guisado
Madre
ausente procura estar fuera todo lo posible, de su estado, de su continente.
Habla con su futuro ex marido apenas una vez por semana.
Le
gusta el cuenco de saladitos bien lleno, el mini-bar bien surtido y el ProzacTM
bien cargado.
Le
gusta un retrete de hotel impoluto para diluirse tras el abuso de fotos de un
hijo con ocho meses a las tres de la madrugada; la hora en que despertó para encontrar
la cuna llena con una estatua de muerte súbita y enterrar su alma de pajarito
realizado en una jaula hueca.
Madre ausente procura estar ausente todo lo posible.
1 comentarios:
Muy bueno tu microrrelato "curiosa", José. Me encantó :)
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